
PEP BRUNO
OQO EDITORA
Granjero Pérez daba vueltas y más vueltas en la cama, pero no podía dormir: ¡Se había olvidado de tomar su vaso de leche! Se levantó con la idea de ir a ordeñar la vaca, pero aquella era la noche de los cambios y, cuando llegó al establo, encontró…
Los más pequeños sienten una curiosidad innata por los animales y por sus características. Si a esto sumamos el pensamiento animista, en base al cual, los niños, mediante un mecanismo de analogía atribuyen a los animales la capacidad de pensar, actuar o hablar como humanos, ya tenemos la explicación del éxito de los cuentos de animales entre los más pequeños.
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